¿Cambiamos el cuento?

Princesas. Todas las niñas de pequeñas hemos soñado con ser esas princesas de los cuentos que aparecían con largos y pomposos vestidos. Recordemos aquella entrada que escribió Lore sobre las princesas Disney, donde nos describía a cada una de ellas. ¿Os acordáis?

Pues bien, ¿Cambiamos el cuento?

Cenicienta lleva zapatillas Converse. No tienen el mismo “glamour” que un zapato de cristal, pero son más cómodas para bailar, ¿no creéis? (además, las de color rosa son muy “monas”). Sus hermanastras se llevan fatal con ella porque tiene un pelo precioso sin necesidad de pasarse la plancha. Y ¿sabéis qué? Están celosas porque el hada madrina le consiguió el número de móvil del príncipe y ahora los dos hablan todas las noches por WhatsApp.

Aurora (La Bella Durmiente) sigue teniendo problemas de sueño. Se va a dormir tarde todos los días y por las mañanas se levanta temprano. Lógicamente, se pasa toda la mañana bostezando e intentando disimular con corrector las ojeras.

Blancanieves ha decidido echarse crema protección 40 y ponerse el bikini para tomar el sol. Las manzanas envenenadas ya no le gustan, prefiere las que están recubiertas de caramelo o chocolate (sí, esas, las que venden en las ferias). Los enanitos se han independizado y ahora convive con el príncipe. Están esperando su 7º retoño (se rumorea que, según la última ecografía, será una niña).

Ariel (La Sirenita) consiguió que la famosa marca de detergente le pagase los derechos de autor por utilizar su nombre. Consiguió 3 medallas olímpicas en natación con la selección de su país (No sé qué país. No me hagáis pensar más, que esto es según se me va ocurriendo, ¿eh?) y, de vez en cuando, bajaba a las profundidades del mar para visitar a sus amigos de toda la vida: El cangrejo Sebastián y el pececillo Flounder. De paso, también saludaba al nuevo vecino que se acababa de instalar en la zona: Bob Esponja.

Bella, fiel amante de la literatura y los libros, decide montar su propio negocio junto con su esposo (osease, el príncipe que anteriormente era La Bestia, para que nos entendamos). Deciden fundar juntos una libería: “El último pétalo”. El negocio les va de maravilla y, para celebrar un año de excelentes ventas, organizan una fiesta en el castillo. La Sra. Potts (tetera), Chip (tacita), Ding Dong (reloj de pie), Lumiere (el candelabro), Fifi (plumero) y el armario amenizan la velada con sus canciones y bailes. ¡Todo un show para los asistentes!

Jasmine y Aladdín continúan su viaje a bordo de la alfombra mágica. Según sus últimas publicaciones en Facebook, han visitado ya El Cairo, las cataratas del Niágara, el Gran Cañón del Colorado y su próximo destino será Paris (y todos sabemos de dónde vienen los niños, ¿no? Uyuyuy…).

Desde sus aposentos, la princesa rockera os desea que todos vuestros cuentos tengan un final feliz ;-)

¡Y no comáis perdices, mejor chocolate!